domingo, noviembre 13, 2005

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EL AGUA

Igor Vasilievich Petrianov, un científico de la ex Unión Soviética escribió en 1975 un libro titulado “La sustancia más extraordinaria en el mundo” en el cual explica qué es el agua, sus propiedades y su ubicuidad en el Universo. Más allá de la cantidad de datos súper técnicos y de su lenguaje de cifras y fórmulas (según él “el lenguaje más maravilloso”) los cuales posibilitan comprender el por qué de la existencia de cientos de diferentes clases de aguas y otros asuntos interesantes sobre la misma, lo que realmente nos atañe en este tip sobre Inteligencia Emocional, es conocer un efecto en el agua el cual permite formular la siguiente pregunta: ¿cómo “sabe” el agua lo que ocurre en el cosmos?

Literalmente escribió Petrianov ... Esta pregunta toca un dominio de observaciones extraordinarias, misteriosas, y hasta hoy día absolutamente incompresibles. Los hechos experimentales, al parecer, se han establecido firmemente, pero para ellos ahora no se ha hallado explicación. Los resultados de la elaboración estadística de los materiales de estas observaciones llevaron a los científicos a una sorprendente conclusión: resultó que la dependencia de la velocidad de la reacción del tiempo (en la velocidad de las reacciones químicas acuosas en un mismo momento de tiempo universal dado) es absolutamente igual en las distintas partes de la esfera terrestre.

Esto significa que existen algunas condiciones misteriosas que varían en un mismo instante en nuestro planeta y que influyen en las propiedades del agua. La elaboración ulterior de los materiales llevó a los científicos a una deducción aún más inesperada. Resultó que los sucesos que tienen lugar en el sol influyen de alguna manera en el agua. El carácter de la reacción en el agua sigue el ritmo de la actividad solar, la aparición de manchas y ráfagas en el sol (sin el consabido retardo de los ocho segundos que invierte “una” luz desde el sol hasta la tierra)

Pero esto es poco. Se descubrió un fenómeno aún inverosímil. El agua, de algún modo inexplicable, responde a lo que sucede en el cosmos. Fue establecida la dependencia exacta de la variación de la velocidad relativa de la tierra en su movimiento en el espacio cósmico. [ De ahí el planteamiento en la pregunta]

Nadie puede por ahora saber la importancia de todo esto. En nuestro cuerpo hay cerca de un 75% de agua, en nuestro planeta no existe vida sin agua, en cada organismo vivo, en cada una de sus células transcurren innumerables reacciones químicas que se realizan en la fase acuosa del medio. Seguramente será muy importante e interesante la ciencia del futuro, la cosmobiología. Una de sus partes principales será el estudio del comportamiento y de las propiedades del agua en el organismo vivo.

Ahora, usted se estará preguntando, y ¿que tiene que ver todo esto con Inteligencia Emocional o IE?. Pues bien, un medio pedagógico que estamos implementando en nuestras capacitaciones actuales consiste en un documental científico sobre física cuántica que versa en un 60% sobre los recursos humanos de la Inteligencia Emocional (
ver ) y en el cual el tema del agua vuelve a ser planteado como si se tratara de la continuación, casi treinta años después, de los comentarios de Petrianov.

Se refiere a una investigación de Masaru Emoto de Japón la cual él expone a todo público como una muestra fotográfica sobre fotos ampliadas de ultramicroscopio acerca de los diversos estados moleculares que puede asumir un mismo agua bajo efectos no físicos ni químicos sino inducidos por medio de la intencionalidad humana.

Emoto se interesó en la estructura molecular del agua y lo que la afecta dado que él plantea que este el elemento de la naturaleza más receptivo de entre la tierra, el aire y el fuego. Así estableció una serie de estudios aplicando estímulos mentales a muestras de un mismo agua destilada o de dique, algunas de las cuales luego de fotografiarlas las hace bendecir o les pega en los recipientes que las contienen, etiquetas con frases impresas sobre intenciones humanas como esencia de mí misma, energía de amor, gracias, te odio, te mataré, etc.

Emoto habla del pensamiento o intención como la fuerza impulsora en todo esto, agregando que la ciencia de cómo la intención afecta las moléculas es desconocida, y relaciona los resultados de sus investigaciones nuevamente con el gran porcentaje acuoso de nuestra constitución física, y a su vez con nuestra propia facultad o poder de ejercer efectos intencionales sobre nosotros mismos y otros a través de nuestros propios pensamientos. Algo que se conoce en Inteligencia Emocional como resonancia límbica o de circuito abierto y que enfoca especialmente en la capacidad que tienen muchas personas en relación a su talento para liderar (y de la cuestión de si se nace con el mismo o este se puede generar a través de entrenamiento)

La relación pensamiento cuerpo científicamente ya hace mucho tiempo que ha sido investigada pero obviamente hasta los límites que posibilitan los recursos técnicos e instrumentales con los que cuenta la ciencia actualmente. Por ejemplo, se obtienen seriadamente muestras de sangre, registros EEG, tomografías especiales e imagenología por resonancia magnética funcional a un mismo hombre al cual se le pide que exclusivamente a través de su pensamiento se excite hasta lograr la erección. Los resultados de todos los cambios corporales a nivel de ondas corticales, activación de núcleos cerebrales profundos, concentración hormonal, frecuencia cardiaca, presión sanguínea, etc., etc., se encuentran bien documentados; pero cómo y qué sucede entre la intención del sujeto y los efectos concretos que se registran en su cuerpo es algo que hace parte de la compleja dimensión ignota a la que la actual ciencia aún no logra acceder.

En esta lista, e incluso en nuestro sitio web desde que este se encuentra en línea, hacemos mención de nuevas concepciones como la cronobiología, la cronopsicología, la cosmobiología, la sincronicidad, la resonancia mórfica, la misma física cuántica, todas las cuales son las nuevas expresiones científicas que intentan encontrar solución a nuestras tradicionales incógnitas humanas aún convencionalmente inexplicadas, y no solo aquellas que tratan sobre nuestros fenómenos intrínsecos como el despliegue energético de la inteligencia emocional a través de los recursos humanos endógenos, sino en el mismo sentido, de la relación íntima entre nosotros y nuestro medio ambiente, el planeta y el propio cosmos.

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domingo, agosto 28, 2005

¿ Cómo aprendo Inteligencia Emocional ?

Vamos a pedir la "asistencia" de algunos investigadores y autores para responder lo más adecuadamente este planteo.


Comencemos con Fredy Kofman, un consultor que muy acertadamente se ha acercado a lo que significa el proceso transformacional denominado Inteligencia Emocional o simplemente "IE" el cual conduce por ejemplo, a ser más efectivo, llevarse mejor con otras personas, mejorar la calidad de vida (mejora de la salud, reducción del estrés o tener un sentimiento de bienestar) experimentando cada vez grados más ampliados de una sensación interior de paz:
" ... Uno va al cine, se sienta y mira una película. Esa es la manera de sacar provecho del espectáculo. Pero si uno va a un gimnasio, se sienta y mira, se perderá lo más importante. La mejora de salud, la reducción del estrés, el sentimiento de bienestar no provienen de la observación; hay que "poner el cuerpo" y "transpirar la camiseta" para obtener los resultados.


Imagine la siguiente escena ridícula: "Hace tres meses que me asocié y aunque pago mi cuota y vengo religiosamente, no he notado ningún cambio positivo", protesta el cliente insatisfecho. Sorprendido, el encargado del gimnasio le pregunta: ¿Qué clases tomó?". "¡¿Clases?!", se mofa el cliente, "¿quién tiene tiempo para clases?" "Ah," reflexiona el encargado, "ha estado usted usando las máquinas..." "Pero no, hombre. ¿No escuchó que no tengo tiempo?", insiste el cliente. "Si no toma clases y no usa las máquinas, ¿qué hace cuando viene al gimnasio;", indaga el otro. "Aprovecho para desayunar mientras analizo documentos del trabajo y miro a la gente hacer ejercicio..."


Para cosechar los beneficios del gimnasio es necesario hacer la gimnasia. Para cosechar los beneficios de la IE es necesario ponerse en práctica ... Comer el papel de un libro es tan insípido (e insalubre) como creer que uno sabe porque leyó y recuerda la información. Saber significa saber-hacer. El conocimiento no es información, sino capacidad para la acción.


La paradoja es que para conseguir un resultado, es necesario primero comportarse de manera tal de producir ese resultado y para comportarse de tal manera, es necesario primero ser el tipo de persona capaz de comportarse así. No hay, en mi opinión, ocupación más práctica y efectiva que prepararse para ser la persona (equipo, organización) capaz de comportarse de la manera requerida para producir los resultados deseados.


Desde que el mundo es mundo, las personas, seducidas por el resultado, pierden de vista la infraestructura y el proceso que son pre-condición para obtenerlo."


Ahora bien, ¿Cuál es en nuestro caso ("Cómo aprendo Inteligencia Emocional") la infraestructura y el proceso?


Daniel Goleman, el investigador y periodista que hizo popular el término Inteligencia Emocional con el libro titulado homónimamente, dice que los líderes verdaderamente efectivos se distinguen por un alto grado de Inteligencia Emocional, la cual incluye autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales. Coincidiremos entonces con Fredy Kofman, que no se trata de asuntos de "recordar información" sino de "capacidad de acción"


Y es aquí justamente donde se encuentra el punto de inflexión, sobre el significado que damos a la palabra "aprendo" dentro del contexto de la pregunta "¿Cómo aprendo Inteligencia Emocional?", el planteamiento deberá entonces orientarse a algo así: ¿Cómo acciono Inteligencia Emocional?


Fredy Kofman cita: "La mejor manera de hacer es ser", dijo Lao Tzu hace unos dos mil años. A pesar de su antigüedad, el mensaje no ha perdido vigencia. "Para tener, es necesario primero hacer; y para hacer es necesario primero ser", dice Stephen Covey. Lo visible (el efecto) llama la atención y oculta la importancia de lo invisible (la causa)"


Lo que nos llevaría entonces a replantear nuevamente la pregunta original del presente "tip" a:


¿Cómo soy Inteligente Emocional?


Continuemos entonces con Daniel Goleman, él argumenta: "La Inteligencia Emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aun así no será un buen líder. Son habilidades que reflejan Inteligencia Emocional, la capacidad para trabajar con otros y la efectividad para liderar el cambio. El intelecto es un factor clave en el desempeño sobresaliente. Las habilidades cognitivas, como pensar de manera global y la visión a largo plazo son especialmente importantes, pero la Inteligencia Emocional desempeña un papel cada vez más importante en los niveles superiores de la organización, donde las diferencias en destrezas técnicas son insignificantes. En otras palabras, cuanto más alto sea el puesto de un profesional estrella, más se podrá atribuir su eficacia a su Competencia Emocional"


Ya profundizamos en el "Qué", ahora volvamos a enfocar en el "Cómo" ...


Pues bien, si IE no consiste en "recordar información", entonces de qué se trata?


Prosigue Goleman al respecto:
" ... Lamentablemente, demasiados programas de entrenamiento que tratan de construir capacidad de liderazgo (incluida la Inteligencia Emocional) son una pérdida de tiempo y de dinero.


El problema es simple: se centran en la parte incorrecta del cerebro.


La Inteligencia Emocional nace principalmente en los neurotransmisores del sistema límbico del cerebro, que controla los sentimientos, los impulsos y los estímulos. Las investigaciones indican que el sistema límbico aprende mejor mediante la motivación, la práctica prolongada y la retroalimentación.


Compárese con el tipo de aprendizaje que se produce en el neocortex, que controla la capacidad analítica y técnica. El neocortex se encarga de los conceptos y de la lógica. Es la parte del cerebro que deduce cómo usar una computadora o hacer una llamada de ventas con sólo leer un libro. No resulta sorprendente (aunque sea erróneo) que también sea la parte del cerebro sobre la que se centran la mayor parte de los programas de entrenamiento para mejorar la Inteligencia Emocional. Mi investigación con el Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations ha demostrado que, en efecto, cuando dichos programas siguen un planteamiento neocortical, pueden tener incluso un impacto negativo en el desempeño laboral de las personas.


Para mejorar la Inteligencia Emocional, las organizaciones deben revisar sus programas de entrenamiento para incluir el sistema límbico. Deben ayudar a las personas a romper con viejos hábitos de comportamiento y establecer otros nuevos. Eso no sólo lleva más tiempo que los programas de entrenamiento convencionales, sino que requiere un planteamiento personalizado.


Es importante subrayar que no se puede desarrollar la Inteligencia Emocional sin un deseo sincero y un esfuerzo comprometido. No sirve asistir a un breve seminario, y tampoco vale comprar un manual de instrucciones ..."


E instrucciones, recetas y la mención de conductas de "lo que usted debe..." es lo que encontramos mayoritariamente en "capacitaciones" costosas y rápidas de "inteligencia emocional" que se "dictan" a líderes, altos mandos y encargados en organizaciones y empresas.


En nuestros comienzos (aún en algunos casos actualmente) cuando planteábamos propuestas y presentaciones de formación, capacitación o alfabetización emocional institucional o personal, ciertamente nos era problemático hacer comprender a nuestros interlocutores que nuestras labores no podían desarrollarse exclusivamente sobre la base del accionar convencional y tradicional de enseñanza. Comenzando por el contexto: "salones para conferencias", la "disposición de las sillas", la indumentaria de los "asistentes" y hasta el tipo de comidas, especialmente a la hora de almorzar; así como la estrategia, ciertas metodologías pedagógicas y recursos que es necesario implementar.


Nos es anecdótico recordar, por un lado, aquellas caras estupefactas de los negociadores representantes de las empresas u organizaciones interesadas en nuestro trabajo, y por el otro, nuestros estados internos sabiendo perfectamente que debido a la naturaleza de lo que hacíamos, debíamos asumir un grado de probabilidad de "perder" un nuevo cliente y el negocio que nos traía (al fin de cuentas se trata de nuestro trabajo) pero si hablamos de Inteligencia Emocional, no hay otra forma de hacerlo!


Nuestra fórmula es esta:


Diagnóstico + exploración + sensibilización (introducción) + análisis + ejercitación + prácticas + evaluaciones + adecuaciones personalizadas + más prácticas y finalmente las adaptaciones.


Ya sabemos, con esto casi no decimos nada nuevo ni especial (tampoco se trata de eso) pero esa fórmula lo que sí deja entrever es un proceso, técnicamente denominado Metodología de Práctica Reiterada o [MPR], una implementación distinta a la del aprendizaje intelectual.


¿Sobre qué actúa la MPR?


Sobre el neocortex ... justamente no! Nuestras acciones primero hacen foco en el dominio integral de cada persona, denominado dominio psiconeuroendocrinoinmunologico.


Aquí en Argentina se realizó en 2002 un análisis científico sobre estudiantes universitarios cuando se enfrentaban a sus respectivos exámenes orales de materias de pregrado, y a docentes cuando tuvieron que concursar por una cátedra. Los investigadores concluyeron que el miedo al examen oral causa trastornos "físicos y emotivos" como falta de sueño, cambios en el apetito, en el humor, en el ritmo cardíaco, gripes, problemas digestivos, temblores y cambios en el período menstrual, y además registraron también secuelas orgánicas quince días después luego del examen.


Queremos hacer énfasis en el enfoque que la nota periodística hace de los trastornos físicos y emotivos, como si se tratara de dos cosas que van separadas y como si la segunda fuera consecuencia de la primera. No hay tal, al contrario. Rendir un examen oralmente (normalmente) no conlleva en sí mismo y en forma directa, ningún tipo de riesgo físico (probabilidad de golpes, heridas, etc.) pero sí un alto riesgo de trastorno emocional, que dependiendo de la fuerza de su expresión y despliegue, puede terminar ocasionando un trastorno o lesión orgánica evidenciable. Esta aclaración parece una perogrullada o algo nimio, pero no lo es y marca una gran diferencia en los marcos de referencia pedagógicos dentro de las reales y verdaderas metodologías de capacitación emocional.


El cambio en las variables clínicas estudiadas durante el experimento, como frecuencias cardiaca, respiratoria, presión arterial y valores hematológicos y sus posteriores consecuencias ¿Usted cree o piensa que se da solo en estudiantes universitarios ante la eventualidad de un examen en la modalidad oral? Idénticos mecanismos de respuesta ante estímulos fuertes evidenciamos nosotros en oficinistas frente a entregas con plazo de vencimiento, exigidas por jefes prepotentes y mal humorados en las empresas; en nenes bajo la presión de los padres que quieren y necesitan! (aunque no se den cuenta o lo nieguen) que sus hijos se conviertan si o si en un Maradona, en un Nóbel de medicina o en una persona exitosa en el arte o los negocios; en el policía en la calle los días de piqueteros (días, aquí en Argentina, en que personas cortan los principales accesos a las ciudades o las rutas y carreteras, en demanda al gobierno de mejoras en muchos aspectos relativos en definitiva a su Calidad de Vida) o en el maestro escolar a cargo de treinta o cuarenta chiquillos.


La nota que venimos tratando remarca las consecuencias de una dinámica inapropiada en la concentración hormonal de la hormona del estrés o cortisol, que producida en exceso, destruye neuronas! Piense en cualquier CEO, gerente y/o dueño de una PyMe que debe mantener a flote un negocio o empresa, sin acceso a adecuados créditos, pagando impuestos de un país de primer mundo en uno de tercer mundo, con crisis energéticas y burocracia que complican la exportación, con altos porcentajes de robo de mercaderías o la posibilidad de secuestros, y que además de ser hincha (fanático) empedernido de un club de futbol, se alimenta mal, duerme mal y tienen hábitos de vida inadecuados. ¿Usted cree que son pocos?


Bueno, enterados, pero... ¿Qué tiene que ver todo lo anterior con Inteligencia Emocional y sus metodologías de capacitación?


Veamos. Cuando se habla de lo emocional, en general llegan al aura mental asuntos relacionados con lo sentimental, umbrales de lloriqueo, apariencias gestuales de gente sonriente y dicharachera o lo que sería su opuesto, adusta, introvertida, seria o melancólica; cuando no, abrazos, despedidas o enamoramientos.


Todo lo mencionado vincula de forma directa procesos orgánicos que involucran sustancias químicas, impulsos eléctricos, activaciones musculares, etc., ligados a percepciones individuales y particulares frente a estímulos exógenos (digamos un pinchazo) o endógenos (las personales reacciones ante lo que significa dar un examen oral, entregar un informe en tiempo y forma, vérselas frente a frente con gente que padece, o contener un grupo infantil desaforado)


Lo mismo sucede con ser más efectivo, llevarse mejor con otras personas, cuidar la calidad de vida, reducir el estrés, tener autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía, habilidades sociales y el largo recetario de conductas y actitudes que soportan el Marco de la Competencia Emocional (y que los "gurus" actuales nos dicen que debemos ostentar para convertirnos en personas capaces de ser tenidas en cuenta por una empresa); todas y cada una de ellas deben sustentarse en los mismos procesos orgánicos consistentemente, pues es casi imposible, por ejemplo, de forma natural (no fingida y forzada) que una persona con elevadas concentraciones en su sangre de hormona tiroidea, se comporte apaciblemente.


Otra investigación sobre la medición del grado de estrés menciona que "las personas hostiles, iracundas, agresivas que manifiestan estas emociones están más cerca de un infarto. Y aquellos competitivos, dinámicos, agresivos, que están siempre ocupados, que necesitan hacer cosas y el reconocimiento de otros, que no juegan ni se divierten... ni que hablar"


Así, las reacciones ante los estímulos (endo y exógenos), y el grado de estrés y de vulnerabilidad, hacen parte de la competencia humana que es afectada por la ansiedad, los nervios y la alteración de la memoria. La misma investigación se plantea desde la premisa que enuncia que "una persona está estresada cuando no tiene los recursos psicofísicos suficientes para manejar las cargas psicológicas que él mismo genera y las ambientales. Mientras maneja esa carga, se dice que tiene una reacción "adaptativa". Cuando se convierte en amenazante, estresante, al superar su capacidad de resistencia, se producen las enfermedades por desadaptación". Esa capacidad de adaptación es uno de los pilares de la Inteligencia Emocional!


Ejemplos de estímulos estresantes que obligan a propiciar nuevas adaptaciones: "contestar un sencillo test; una prueba aritmética, como una sustracción sucesiva que debe realizarse en un minuto. Una simple cuenta mental altera, a unos un poco, y a otros muchísimo. Otra de las pruebas es enfrentar al sujeto a un videogame competitivo, dado que la personalidad competitiva está mucho más sujeta al estrés. La tercera es un estresor físico. La prueba del frío es un test cardiológico. Se trata de poner la mano durante un minuto en agua a 3 grados de temperatura.


Las reacciones a los estresores son distintas según quién sea el estudiado. El cuerpo responde, dicen los científicos, desde cuatro costados: psicológico, neurológico, inmunológico y endocrinológico, es decir, hormonal. Según el "genio" de cada uno (un aspecto puramente emocional) y de lo aprendido, algunos tendrán más predisposición hacia el estrés físico; otros, al psicológico"


"El manejo del estrés es posible y rápido, desde un abordaje conductual y filosófico interdisciplinario" aseveran los investigadores, y es lo propio que acontece igualmente en el "manejo" de la Competencia Emocional.


Bien, ¿Y entonces qué?


Entonces, para acceder a un estado de verdadero accionar emocional que me habilite el poder lograr algunas de las competencias de la Inteligencia Emocional, tendré inicialmente que vérmelas con mi propio dominio personal psiconeuroendocrinoinmunologico, con metodologías que me permitan conocerlo y modularlo en alguna medida; no tengo otra alternativa natural (existen artificios químicos, etc., para nada aconsejables!)


¿Y cómo se logra esto?


"Aprendiendo" técnicas, entrenándolas y ejercitándolas en el diario vivir! Procedimientos, muchas veces tan sencillos, como los utilizados por los propios científicos para interferir en el dominio interior o intrapersonal, durante los mismos experimentos y pruebas citados anteriormente. Por ejemplo, hacer "respiraciones abdominales", con eso se consigue de forma totalmente natural hacer decrecer la frecuencia cardiaca, la presión arterial y bajar el nivel de transpiración, haciendo que el electroencefalograma registre una actividad fisiológica lenta, reflejando así el estado de modulación homeostática que se puede acceder deliberadamente! Pero... parafraseando a Fredy Kofman: Saber lo que debe hacerse, y ser capaz de hacerlo son dos cosas diferentes!


Por tanto, una persona aprende Inteligencia Emocional accionando sobre el dominio emocional a través de su sustento orgánico real (físico, somático o corporal). Y a su vez, sabiendo lo que debe hacer durante el entrenamiento, las ejercitaciones y las prácticas cotidianas, genera la suficiente competencia para seguirlo haciendo!


Como puede ahora vislumbrar, el aprendizaje de la Inteligencia Emocional se encuentra muy lejos de ser algo teórico e intelectual, lamentablemente se trata de un asunto muy poco comprendido por gran cantidad de empresas, consultores y capacitadores ... "saber lo que debe hacerse, y ser capaz de hacerlo son dos cosas diferentes"!


Las diferencias entre las metodologías de formación o alfabetización intelectual y emocional no son deducciones caprichosas que inferimos tan solo de los experimentos mencionados. Otras investigaciones ponen de relieve que: " ... unos pocos tipos de células duran desde el nacimiento hasta la muerte, sin renovarse, y en esta minoría están incluidas las células de la corteza cerebral (dominio intelectual)


Las células de los músculos de las costillas tomadas de personas cercanas a los 40 años de edad tienen una edad promedio de 15,1 años. Las células epiteliales que recubren la superficie del aparato digestivo tienen una vida dura y se sabe ... que sólo duran cinco días.


En general, predomina la creencia de que el cerebro no genera nuevas neuronas después de que su estructura se ha completado, salvo en dos regiones específicas, el bulbo olfatorio, que media en el sentido del olfato, y el hipocampo, donde se acumula la memoria de los rostros y los lugares"


Siendo justamente estas zonas las que constituyen partes del sistema límbico, que junto a otros núcleos celulares como la amígdala conforman lo que los neurocientíficos han dado en denominar el "Cerebro Emocional"


Esta es una de las principales razones biológicas en las que se sustenta el Dr. Daniel Goleman para aseverar que la Competencia Emocional se puede aprender a cualquier edad, al contrario de lo que sucede con el potencial intelectual, el cual se torna fijo hasta cierta edad muy temprana, pero insistimos: "para conseguir un resultado, es necesario primero comportarse de manera tal de producir ese resultado y para comportarse de tal manera, es necesario primero ser el tipo de persona capaz de comportarse así" ... y ... "saber lo que debe hacerse, y ser capaz de hacerlo son dos cosas diferentes!"


Referencias Bibliográficas:


Fredy Kofman
METAMANAGEMENT
La Nueva Conciencia De Los Negocios.
Cómo hacer de su vida profesional una obra de arte.
Editora Granica S.A., Buenos Aires, Argentina 2003.


Daniel Goleman
¿QUÉ HACE A UN LÍDER?
Harvard Business Review
Harvard Business School Publishing Corporation
Octubre 2004


DIARIO LA NACION
LA NACIÓN LINE
Domingo 14 de agosto de 2005
Noticias Ciencia/Salud Nota
Un nuevo método permite conocer cuánto envejecieron las células
Por Nicholas Wade
De The New York Times
Traducción: Mirta Rosenberg


DIARIO CLARIN
Clarín.com
18.08.2005 Sociedad SALUD
Un método que aplican en la sociedad Argentina de medicina del estrés
Expertos aseguran que ya se puede medir el grado de estrés
Gabriel Giubellino.


DIARIO CLARIN
Clarín.com
15.08.2005 Clarín.com Sociedad
VIDA COTIDIANA
UNA INVESTIGACIÓN EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
El miedo al examen oral causa trastornos físicos y emotivos
Gabriel Giubellino.

sábado, febrero 12, 2005

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Inteligencia Emocional es un término que intenta definir la capacidad de una persona para concienciar, regular, adecuar y transformar de modo real, concreto y vivencial su despliegue interno de fuerzas, impulsos, tendencias y predisposiciones emocionales expresadas en forma de humor, afectos, temperamento, conductas, reacciones viscerales, etc.

Inteligencia Emocional Aplicada

La manifestación emocional se sustenta en componentes corpóreos, físicos o somáticos.

El dicho "ojos que no ven, corazón que no siente" también hace alusión a este aspecto de la naturaleza emocional, es decir, los ojos pueden llegar a ver cosas divinas o terribles, pero son los efectos que surgen o que se perciben en algún componente orgánico visceral, lo que le da sentido (un sentido muy personal) a esas experiencias.

El Marco Referencial acerca de la Inteligencia Emocional [IE] se sustenta en la naturaleza de procesos viscerales.

En múltiples ocasiones y circunstancias lo que surge o se percibe luego de una experiencia es el producto de un procesado intelectual (segundo guión); pero la gran mayoría de las veces frente a la experiencia vital los seres vivos activamos, accionamos o reaccionamos mediante "mecanismos" automáticos o reflejos neurovegetativos (primer guión).

Por este motivo planteo, en primer término, que la Inteligencia Emocional [IE] consiste en un fenómeno humano experimental, práctico y efectivo de naturaleza eminentemente empírica cuyos efectos inciden y determinan en gran medida los resultados que obtenemos en nuestras vidas.

Cuando el procesado de experiencias involucra definitivamente efectos, resultados o respuesta IE (sentimientos, emociones, afectos, conductas, etc.) nos obliga a adecuar recursos propios de aquellos dominios.

Así es como, la competencia emocional debe ser abordada con recursos, estrategias y metodologías exclusivas de su naturaleza. De este modo, para abordar la IE existe tan solo un punto de partida... nosotros mismos!

Los resultados y efectos de prácticas con técnicas adecuadas son puestos en evidencia actualmente en ámbitos como dependencias de la ONU, la Corte Suprema de Justicia Norteamericana, cientos de empresas privadas, instituciones, organizaciones y redes no gubernamentales que trabajan para mejorar la calidad de vida o que proponen alternativas para el desarrollo humano, y miles de personas más alrededor del mundo que las ejercitan continuamente.

La gran cantidad de material existente sobre Inteligencia Emocional consiste mayormente en "recetas". A pesar de la utilidad de tales recetas, su alcance es muy limitado. Para operar en forma efectiva con Competencia Emocional, una persona debe tener cierta capacidad de recontextualizar y adaptar prácticas, rutinas o ejercicios (entrenados con anterioridad) a las circunstancias que se le presenten.

El consejo descontextualizado "antes de responder, respire profundamente mientras cuenta hasta diez" es simplemente una técnica de entrenamiento la cual debe rendir fruto en situaciones críticas, cuando se la ha ejercitado previamente. Para operar en el mundo real, es necesario desarrollar capacidad de adecuación a las condiciones siempre cambiantes que las personas deben enfrentar. El objetivo de la preparación es crear una infraestructura de atención, control, dominio, resistencia y agilidad que ayude a la persona de forma efectiva.

En el mundo de la Inteligencia Emocional, existe una falta aguda de entrenamiento vivencial. Por un lado, existen cientos de libros teóricos sobre "la importancia de..." por otro lado, existen cientos de libros técnicos sobre cómo deber ser..."; pero los libros "sea ya el tipo de persona capaz de desplegar la capacidad de..." brillan por su ausencia. No obstante es algo absolutamente normal, pues intentar traspasar competencia emocional mediante conferencias, seminarios, reflexiones o lecturas, es análogo a intentar que una persona aprenda a montar bicicleta mediante esos mismos recursos. Tal es el vacío que Dynamic Awareness solventa a través de sus programas de capacitación.

Al concentrarse en prácticas, ejercitaciones vivenciales y valores fundamentales, una persona u organización se torna mucho más flexible para modificar sus estrategias (y por ende sus resultados). Esta flexibilidad no se trata simplemente de buenas ideas; en un mundo en permanente cambio, consiste en proacción vital para la supervivencia.

Los valores fundamentales deben centrarse en una clara visión, un alto nivel de congruencia entre los elementos de la estrategia, los recursos que se implementan y las prácticas y ejercitaciones efectivas. Nadie "saca músculos" estudiando un libro sobre físico culturismo!

La Competencia Emocional posibilita la movilización y adecuación de la energía necesaria para sostener un cambio efectivo. Esta movilización es un tremendo desafío. Todas las personas e instituciones existentes, sean estas de negocios, educación, salud o de gobierno, deben hacer esfuerzos especiales para ser receptivos al cambio y para ser capaces de cambiar.

En relación a la Competencia Emocional, cuando se habla de una visión clara, se habla de una visión integradora u holística que amplía el foco temporal. Haciendo una analogía con la salud de una persona, se puede decir que alguien que se resfrió fue incapaz de movilizar su sistema inmunológico para hacer frente al desafío del virus. Pero si se estudian las condiciones de vida de esta persona, previas al resfrío, se puede ver que su alimentación carecía de ciertas vitaminas, o que no tenía la costumbre de lavarse las manos regularmente, o que estaba pasando por un momento estresante en su trabajo. Estos factores, a pesar de no producir directamente el resfrío, afectan al sistema inmunológico y su capacidad para repeler las agresiones virósicas.

Lo mismo pasa a nivel de desarrollo humano personal y organizacional. La pregunta fundamental es cuáles son las prácticas y las competencias desarrolladas por la persona o la organización que le permitan movilizar su energía para hacer frente a los desafíos del entorno. En Metamanagement este es el nivel más profundo en el que se juega la supervivencia en el largo plazo. El presente es siempre el futuro (resultado) del pasado: la habilidad para hacer algo hoy es consecuencia de la preparación de esa habilidad mediante el entrenamiento de ayer. Asimismo, el presente es el pasado (causa) del futuro: la habilidad para hacer algo mañana se funda en la preparación de esa habilidad mediante el entrenamiento de hoy. Las personas, los equipos y las empresas no están desarrollando hoy las competencias de primer guión (segundo orden o competencias de contexto que posibilitan la aparición de competencias de contenido) que les permitirán adaptarse, sobrevivir y prosperar en el mundo actual.

Dynamic Awareness implementa estrategias de Inteligencia Emocional y Metamanagement tanto en lo individual como en lo organizacional basándose en metodologías de Desarrollo Humano (técnicas de entrenamiento autógeno) sustentadas en una experiencia de más de cincuenta años en diversos países americanos y europeos. Se consigue el ensimismamiento por propia iniciativa y de manera progresiva y ordenada, haciendo fructíferas las fuerzas de dominios interiores personales que se despliegan en dominios exteriores colectivos.