jueves, mayo 03, 2007

Engaños y Autoengaños en Inteligencia Emocional (IE), Inteligencia Social (IS), Calidad de Vida Personal (CdVP)

Los rasgos principales de la Competencia Emocional y Social de una persona se evidencian en la forma como esta soluciona sus problemas, en su iniciativa, motivación, trabajo en equipo, visión de futuro, toma de decisiones, desarrollo, creatividad, innovación, asunción de riesgos, calidad de resultados, etc.

Las más eficaces prácticas, estrategias y técnicas de aprendizaje de conductas siempre involucran emociones, impulsos e instintos sustentadores subyacentes.

La única forma que una persona desarrolla Competencia Emocional y Conductual apropiada es a través de estrategias vivenciales, por cierto muy distintas a la didáctica tradicional del paradigma educativo convencional destinada predominantemente al dominio intelectual racional y a lo externo.

Por lo anterior, respecto a Inteligencia Emocional e Inteligencia Social se alerta sobre evitar el engaño, evitar el auto engañarse y evitar engañar (debido a propios puntos ciegos racionales) pues si bien los fundamentos intelectuales son inicialmente imprescindibles para la comprensión básica del fenómeno emocional, de ninguna manera son apropiados ni idóneos para generar o transferir habilidad o talento específico del dominio emocional, menos para ayudar a incrementar la competencia emocional o producir transformaciones reales.

Justamente esta es una ilusión muy extendida y actualmente sostenida por una gran cantidad de profesionales eruditos y personas bien intencionadas e intelectualmente competentes que ejercen su labor en educación, en departamentos de recursos humanos de organizaciones, en ámbitos asistenciales, en áreas de salud, o privadamente en atención clínica, consultoría empresaria o asesoría profesional.

Personalmente sostengo que pretender aprender competencia emocional o social por medio de cursos, recursos y estrategias intelectuales convencionales sin considerar la naturaleza neurológica específica del dominio emocional, conduce a obtener resultados de "calidad" análoga a la que se consigue intentando oler texturas, ver notas musicales u oír colores... pues gran parte de los núcleos y circuitos emocionales y sociales del cerebro no tienen acceso directo a las palabras o los pensamientos, funcionan en automático, fuera de nuestra conciencia y a gran velocidad.

La competencia Emocional y Social trata de habilidades ultrarrápidas, espontáneas, automáticas, no verbales, muy intuitivas que ocurren en milisegundos antes que la mente sea capaz de formular pensamientos sobre ellas y además eluden lo que puede ser detectado en una prueba con lápiz y papel.

Con la aparente finalidad de capacitar en inteligencia emocional, una práctica muy extendida es la de atiborrar la corteza cerebral o dominio lógico-verbal de los "estudiantes" con gran cantidad de información y conocimientos teóricos o implementar tests convencionales... proceder este en sí mismo ilógico!

Las competencias emocionales y sociales son habilidades difíciles de entrenar y de desarrollar, pero por otra parte, las empresas hoy día las consideran como criterio de éxito a la hora de elegir su personal.

Una capacitación emocional & social debería consistir en un proceso individual devenido, por ejemplo, en ciclos personales, dado que cada persona tiene sus propios tiempos emocionales de adaptación, comprensión, asimilación y, lo que es más importante, de práctica y de logro de objetivos transformacionales.

Actualmente es demostrable que se producen vivencias y estados psicofísicos emocionales durante la activación de centros cerebrales denominados "Sistema X" y sus redes neuronales asociadas de "Camino Bajo" mientras se gestionan verdaderos programas diseñados específicamente para el desarrollo personal y la transformación conductual, los cuales ayudan concretamente a generar o a incrementar efectivamente, capacidades, competencias y habilidades emocionales & sociales en personas comprometidas con estos objetivos.

Ahora, es preciso reiterar que los estímulos involucrados que activan los centros y las redes de "Camino Bajo" en dichos programas, se tramitan en forma visceral por ser de naturaleza emocional, es decir, esos estímulos tienen muy poco que ver con los estímulos asociados con áreas corticales que sustentan los procesos intelectuales lógico verbales mediante información que debe analizarse, comprenderse y memorizarse, o sea, tramitarse racionalmente.

Está comprobado que el mero conocimiento intelectual de las intrincadas formulaciones teóricas sobre el dominio emocional y de sus consecuencias practicas en ámbitos de la vida laboral, educativa o social, se torna intrascendente y por tanto inefectivo cuanto más se encuentra alejado de su propia naturaleza de carácter experiencial y vivencial (experivencial) respecto a sus dominios psicológicos inconscientes, conductuales automáticos o emocionales reactivos. De esto ya toman nota en el orden mundial, por ejemplo, una gran cantidad de empresas las cuales en su ámbito laboral invierten anualmente millones de dólares en programas de capacitación con el objetivo de seguir siendo competitivas y rentables.

Una metodología de capacitación idónea debe basarse en aplicaciones de práctica reiterada. Además de introducirse en un proceso de sensibilización, exploración y desarrollo de Competencia Emocional Personal y Social, la persona indefectiblemente aprende hábitos individuales y regulares destinados al mejoramiento de su Calidad de Vida Personal que le ayudan a operar sostenidamente en estado de óptimo rendimiento.

Un programa en modalidad de práctica reiterada es un proceso de Desarrollo Autodirigido que cada persona administra según sus propios ritmos y necesidades. Desde luego, este procedimiento es inherente a la capacitación misma, persigue objetivos y tiene una misión. Entre sus objetivos debería considerarse:

1. Diferenciar los conceptos Inteligencia Emocional y Competencia Emocional
2. Aprender a gestionar adecuadamente los recursos inherentes a la Competencia Emocional y Social
3. Aprender a operar conductualmente mediante la generación de relaciones neuronales de largo plazo
4. Instrumentar la Práctica Reiterada en el desarrollo de la Inteligencia Emocional & Social
5. Conocer e interrelacionar dominios de la Competencia Emocional y de la Calidad de Vida Personal
6. Comprender las sustentaciones científicas de la Inteligencia Emocional
7. Concienciar en qué y cómo inciden los procesos transformacionales individuales y colectivos
8. Generar hábitos regulares para la modulación energética, la obtención de un balance diario óptimo entre niveles de estrés y recuperación, y el despliegue adecuado de competencia emocional.

Tenga entonces ahora siempre presente estas esencialidades sobre la naturaleza de la Inteligencia Emocional y Social los cuales le permitirán diferenciar distintas propuestas relacionadas con sus intereses sobre capacitación, aún las que se presentan muy formales, sofisticadas, profesionales o costosas.